Por
Omar Farías Luces.
El pasado 10 de
septiembre, el Baloncesto latinoamericano se llenó de júbilo, después de
que se celebró oficialmente la inducción del jugador argentino, Emanuel
Ginobili, al Salón de la Fama, máximo pabellón del deporte de las
alturas en todo el país.
Manu Ginobili es
apenas el quinto latinoamericano en tener su sitial de honor en el
“Naismith Memorial Basketball Hall of Fame”, uniéndose, de este modo, a los
brasileños, Oscar Schmidt, Maciel Pereira y Hortencia Marcari, además del
panameño, John Isaacs.
El suramericano se
ganó el honor tras su fructífera carrera en la NBA, con la camiseta de
los Spurs de San Antonio, equipo con el que logró una gran cantidad de
títulos, tanto individuales como colectivos.
Asimismo, cosechó
grandes números con la Selección Nacional de su país, a la que, además, ayudó a
ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, como
integrante de aquella plantilla, conocida como la “Generación Dorada”.
Con el equipo de San
Antonio, “Manu” alcanzó hasta 4 campeonatos (2003, 2005, 2007 y 2014),
en todos ellos con rol protagónico. Entre los récords particulares,
Ginobilli conserva el liderazgo de más triples anotados dentro de la franquicia
texana, con 1.495, y también es puntero en balones robados, con un total de
1.392.
Con 1.057 partidos
disputados en la NBA, el nacido en Bahía Blanca, localidad argentina, es el
extranjero número 15 de la historia con mayor cantidad de encuentros
jugados.
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